viernes, 13 de julio de 2012

El Partido del Voto Electrónico.

Una idea a desarrollar para nuestros...          ... hijos?    ...nietos?


Para inaugurar el blog voy a comenzar con una idea que quizás a otro ya se le habrá ocurrido antes, pero de todos modos me gustaría desarrollarla con la sana intención de quedarme a gusto y con la esperanza de que alguien más la lea.

¿Harto de la política y de casi todos los políticos?  Claro.

Ésta es una opinión globalizada, no sólo en España, es un malestar que afecta a todas las democracias.

¿Y eso a qué es debido?

Para mí está claro como el agua, no le puedes dejar a nadie que decida por tí.

Cada cuatro años se convocan elecciones, les das tu voto a unos señores y estos votarán por tí las leyes o resoluciones que se aprueben o no durante todo ese tiempo.

-Oiga, ¿ y si me preguntasen de vez en cuando lo que opino directamente a mí?

-¿Y usted tiene estudios, piltrafilla?

- Pues mire usted,  para votar ciertas cosas sí que los tengo.



Y llegado este punto de la tecnología en el que es posible el uso de la firma digital, podríamos utópicamente pensar en montar un partido en el que las leyes las votásemos los electores.

¿O no?

 ¿O es demasiado pedir que las leyes las vote el electorado?


Esto vendría a funcionar más o menos así:

-Una persona se afilia al Partido del Voto Electrónico. (¡oh! ¡desde su casa! -sí, con la firma digital-)

-El partido recoge su afiliación y la incluye en su base de datos, remitiéndole un cuestionario.

-Esta persona completa el perfil en el que escoge las áreas en las que puede demostrar su conocimiento (véase Linkedin)  y colaborar con la gobernabilidad.

                ¿Un maestro de escuela podrá opinar sobre una ley que afecte a la educación?
                ¿Un licenciado en económicas querrá votar una ley sobre el IVA?
                ¿Un arquitecto tendrá algo que decir sobre una ley del suelo?
    Y en general...  ¿todos querremos opinar sobre el aborto o las jubilaciones?



-El Partido del Voto Electrónico se presenta a elecciones y obtiene, en un supuesto, 100 escaños.

-El partido no presenta a 100 políticos, ni el gobierno va a tener que mantenerlos, los escaños quedan vacíos, se reintegra al gobierno sus sueldos y gastos (véase Escaños en Blanco) una vez excluídos los derivados de mantenimiento de hardware y software y personal técnico del partido.

-Se anuncia la votación de la primera ley de este nuevo gobierno. Tendrá lugar en una semana. Para que sea más gráfico, imaginemos que se trata de una ley para disminuir el IVA.

-Los técnicos del partido introducen en la base de datos una llamada a aquellos afiliados que desean votar en temas referentes a economía. Se les emplaza a votar y se les da acceso a la información que obtendría un parlamentario.

     *José García, Licenciado en empresariales, recibe un correo electrónico del partido en el que se le emplaza a votar sobre esta subida del IVA. Saca su USB y vota Sí.

     *Miguel Pérez, Estudiante de medicina, también recibe el mismo correo electrónico, es una ley que nos afectará a todos, pero Miguel no quiere votar en esta ocasión.

     *María Fernández, Peluquera, recibe el correo y vota No.

-El partido recoge los votos y el recuento queda así: 60% No - 40% Sí  Abstención 30%

-Llega el día en que se somete a voto la primera ley  después de las elecciones.

-En el momento de la votación para la aprobación de la ley, unos operarios del partido oprimirán los botones utilizados para votar de esos 100 escaños en atención al resultado de las votaciones que el partido previamente habrá recogido via Internet de su electorado. 60 escaños votan No y 40 escaños votan Sí.

De este modo desaparecería una lacra de los gobiernos, el voto en bloque que casi todos los partidos exigen a sus parlamentarios. Pobre de aquél que piense por sí mismo...¿qué democracia es esa? ¿No debería ser algo también secreto?

-Es más, el electorado podría, reuniendo la cantidad de firmas necesarias, presentar leyes y mociones, por petición popular (véase Avaaz.org). Dándole una flexibilidad a la democracia que hace siglos que no  tiene.

¿Te sentirías representado por un partido que te pregunta cómo gobernar?

Ahí dejo eso, para mí una democracia 3.0.